martes, 16 de junio de 2009

El problema de Irán

Pese a que pueda parecer lo contrario, el nivel cultural de la sociedad iraní es mucho más elevado que el que podemos encontrar en ciertas democracias occidentales, o incluso en algunas regiones de España. Sin embargo, ese desarrollo cultural no ha ido acompañado de un desarrollo social, en un país donde la inmensa mayoría chií no ha permitido que la gente prospere y, por tanto, estamos hablando de un país anclado en el medievo donde las "autoridades religiosas" controlan todos los aspectos políticos, judiciales, militares y, obviamente, religiosos.

La reciente farsa de elecciones a las que hemos asistido en la antigua Persia demuestran que Irán no es una democracia, pese a que algún iluminado planetario nos quiera vender otra cosa con la Alianza de Civilizaciones. Los clérigos chiíes eliminaron a cerca de 500 candidatos a esas "elecciones", dejando como alternativas a los que ellos consideraban idoneos para servir a la República Islámica de Irán. No es posible en estas condiciones hablar de candidatos moderados en una terna avalada por clérigos radicales. Es indiferente que hubiese ganado Musavi, la amenaza a la estabilidad de la zona continuaría.

Ahmadineyad, un individuo cuya obsesión es borrar a Israel del mapa, la única democracia real de Oriente Próximo, es un peligro real, y Occidente no puede permitir que un régimen teocrático pronazi, al frente del cual está un individuo que niega la Soah, pueda llegar en un día no muy lejano, si es que no dispone ya de ello, a contar con armamento nuclear. Declaraciones como las de Hussein Obama (recordemos su ascendencia musulmana) no ayudan para nada. El dialogo con este tipo de individuos no es posible, y si no que se lo pregunten a los israelíes que viven con la amenaza constante de grupos terroristas financiados por Irán (Hizbulá, Yihad Islámica).

La situación con respecto a Irán es bastante preocupante, pero mientras cuente con la carta blanca que le conceden tantos regímenes como los de Chávez, Morales, Castro e incluso el de los Gobiernos turco o español, este tiparraco de Ahmadineyad se sentirá respaldado para continuar con sus amenazas a Israel. Muchos paises occidentales se lamentaban de la situación anacrónica que sufría Persia bajo el régimen del Sha. Lástima que sean pocos ahora los que vean el peligro real que presenta la Teocrácia de la República Islámica de Irán.

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