viernes, 10 de septiembre de 2010

Miedo al Islam

Seguramente, a todos los lectores que pasan por aqui les aborrezca la quema de libros, exponente máximo del analfabetismo y el sectarismo. Más aún, si el libro que se pretende quemar es considerado como sagrado por alguna creencia religiosa. Es decir, vaya por delante mi incomprensión y rechazo a la iniciativa del pastor pentecostal Terry Jones de quemar el Corán para conmemorar los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Sin embargo, el extremista lider religioso se ha visto obligado a renunciar a su iniciativa, después de una serie de llamamientos internacionales para que no lo hiciera que fueron desde el mismo Obama hasta el Papa Benedicto XVI. Y es aqui donde uno se pregunta, ¿cuál es la verdadera razón para que no se permita a este individuo hacer uso de su libertad de expresión aunque su iniciativa sea absurda?

En un país como EE.UU., donde la primera enmienda de su Constitución permite la quema de su propia bandera, que los del KKK quemen cruces, que el partido nazi se manifieste por sus calles o que grupos satánicos quemen Biblias con total impunidad, nos encontramos con que se ha forzado a este pastor, con visitas incluso del FBI, a que no queme el Corán. ¿Respeto a las creencias de otros? No señores, se trata de un miedo furibundo a los musulmanes. Personajes como el general Petraeus, Hillary Clinton o el propio Santo Padre han apelado a la no generación de conflicto con los seguidores de Alá para que el pastor no quemase este sábado el Corán.

Y es en este punto donde nos encontramos, en una sociedad occidental que ha perdido todos y cada uno de sus valores, que ha destruido todos y cada uno de los pilares que la han hecho liderar el desarrollo del ser humano a lo largo de los siglos, y, claro esta, un gigante con pies de barro es muy facil de derribar por fanáticos religiosos como los musulmanes. El miedo a los terroristas de la babucha, a personajillos de medio pelo como Ahmadineyad, al todo poderoso reino Saudi y su petroleo provocan que sistemáticamente nos bajemos nos pantalones para no soliviantar a los seguidores de Mahoma -un pedófilo por cierto-.

Y mientras seguimos en el letargo cultural y social que provocó crisis como la de las caricaturas de Mahoma o la actual provocada por el pastor pirómano, el islam sigue con su plan de sometimiento de occidente. Las ultimas declaraciones de Gadafi en Italia, diciendo que Europa será musulmana, o las constantes presiones del gobierno turco al patricardo ortodoxo de Constantinopla para eliminar por completo el tenue rastro del cristianismo de la tierra de Pablo de Tarso no son más que ejemplos de lo que pretende el Islam, y mientras tanto, occidente, en su retiro moral que dura ya décadas y que llevará, por ejemplo, a que en muy pocos años Holanda sea el primer país de mayoría musulmana de Europa.

El doble rasero con respecto al islam es evidente, muy claro, incluso en aquellos que deberian defender la Verdadera religión -desafortunada respuesta de la Santa sede a la situación creada-. Quemar el Corán es una iniciativa absurda y que noconduce a nada, pero lo grave de todo esto es la reacción de los que supuestamente deben defender los valores que marcan la diferencia entre la libertad que supone la herencia cristiana de occidente y el totalitarismo que representa el Islam. Ya basta de tener miedo al fanatismo, ya basta de dorar la pildora a regímenes dictatoriales como el marroquí o el iraní, ya basta de concesiones varias a líderes "religiosos" que enseñan a pegar a las mujeres sin dejar huellas, ya basta de considerar como buena a una religión que inculca el odio desde la más tierna infancia. En definitiva, ya es hora de que recobremos para occidente los valores que hicieron detener a los musulmanes en los Pirineos por Carlomagno, que hicieron ganar la batalla de Lepanto o que mantienen a Israel con vida mientras está rodeada de gobiernos y regímenes proterroristas. Sino, vayamonos preparando todos tomando a Holanda como ejemplo de lo que puede suceder.