viernes, 21 de mayo de 2010

República Confederal Española

La grave crisis económica que está atrevesando España tiene diversos orígenes. Es inegable que la situación económica y financiera a nivel mundial influye de forma significativa en los números españoles, pero no es menos cierto que las particularidades estructurales de la economía española condicionan de manera sustancial el impacto de la crisis y su capacidad de respuesta ante la misma. En concreto, hay un aspecto que normalmente suele pasar desapercibido pero que, en última instancia, es causa, me atrevería a decir que única, del desorbitado déficit de las cuentas españolas: la deriva confederal de España. Antes de pasar al análisis, un aviso para navegantes: no me gusta la Constitución del 1978, causa primigenia de todos los males que sufre la sociedad y la nación española actualmente, lo que no es óbice para que, como norma suprema que supuestamente sigue rigiendo en España, la utilice para argumentar. Vayamos por partes.

Según se recoge en el artículo 1, apartado 3 del Título Preeliminar de la Carta Magna: La forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria. Esto, en palabras llanas, significa que el rey reina, pero no gobierna, puesto que esa capacidad reside en el Parlamento Español del que emanan las leyes. Hasta ahí todo correcto. El problema está cuando el rey no reina, cosa que sucede con el Borbón. Amén de tropelias varias, la sanción por su parte del estatuto catalán y de otros tantos estatutos similares como el valenciano revelan que Juan Carlos no está por la labor de reinar en España, ni siquiera en lo poco que va quedando de ella. Este hombre no se da cuenta de que la monarquía está en peligro y de que el hijo posiblemente no llegue a reinar. Pero a este hombre le debe dar igual. El que otrora juró defender los principios del movimiento, hoy se dedica a ... La verdad no sé a qué se dedica, porque a defender la unidad de la nación española obviamente no. Bueno, no en vano, al Borbón se le ha dado en llamar el rey republicano. Por algo será.

El artículo 2 de ese Título Preeliminar, señala que La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles (...). Primero que todo ¿unidad? ¿A cuál se refiere? ¿A la unidad de mercado, laboral, lingüistica, educativa, fiscal,...? Podriamos extendernos hasta la saciedad porque en España hace tiempo que no todos los españoles son iguales. Y ¿por qué? Pues sencillamente porque España se ha convertido en un conglomerado de reinos de taifas donde partidos de distinto pelaje se han convertido en caciques locales, incluidos los supuestos partidos nacionales (PSOE y PP). En segundo lugar, ¿patria común e indivisible? Obviamente no porque, por ejemplo, con la excusa de la lengua, se ha restringido la libertad de moviento de los españoles dentro del propio territorio nacional.

Podríamos seguir relatando incumplimientos de la Constitución, casí podríamos ir artículo por artículo y lo constataríamos. Pero el hecho es que en España se ha producido un cambio de régimen por la vía de los hechos. España ya no es una nación unida, sino una república confederal de facto, porque ni hay rey que haga sus funciones, ni hay unidad territorial ni política. Las ingentes transferencias de competencias a las Comunidades Autónomas han servido para crear 17 pseudopaíses que suponen una sangría impositiva para los ciudadanos y que están en el origen del actual déficit español. La ciudadanía no lo demanda, pero la casta política parasitaria y chupasangre se ha empeñado en embarcarnos en esta historia que ha destruido la identidad como nación de los españoles. La llamada descentralización del Estado se ha convertido en un vaciado de competencias del estado Central y las que determinan el día a día de los ciudadanos son las Comunidades Autónomas.

Está más que claro que una Constitución que permite que un país se rompa es una mala Constitución. En su redacción se hicieron excesivas concesiones a los partidos nacionalistas para que cedieran en sus posiciones. Pobres ilusos, porque se han servido del sistema para dinamitarlo desde dentro y provocar que con la financiación de todos los españoles ellos hayan podido montar sus chiringuitos autonómicos. La Constitución necesita una reforma en profundidad, con el consenso de los dos grandes partidos que limite la capacidad legislativa de las Comunidades Autónomas y que revierta al Estado competencias como la Educación. Pero me parece que eso es tarea imposible, habida cuenta de que esos dos grandes partidos que deberían liderar la regeneración de la crisis institucional y política española son, sin ningún genero de dudas, los causantes de que España haya pasado a ser una república confederal, sino de derecho, de hecho.

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