martes, 12 de enero de 2010

Luchando contra la naturaleza

Decía el escritor alemán Friedrich Dürrenmatt que el mayor drama de nuestro tiempo es tener que demostrar lo evidente. Y no le falta razón. Nuestra sociedad está tan ciega en tantos aspectos que no quiere -o no puede- ver más allá de sus narices. Una narices, por cierto, que cada vez son más cortas, gracias al borreguismo militante que impera entre los ciudadanos, muchos de los cuales han llegado un punto en el que son incapaces de discernir, ya no sólo entre el bien y el mal, sino entre lo natural y lo antinatural.

Ha tenido que venir S.S. Benedicto XVI ha recordarnos algo que, por evidente, muchos han olvidado. En la tradicional audiencia de comienzo de año, ante los embajadores de los 178 estados que mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, el Papa se mostró contrario a todas las leyes que en nombre de la lucha contra la discriminación atentan contra el fundamento biológico de la diferencia entre sexos. En un discurso perfecto, como es costumbre en él, Ratzinger hizo lo que muchos no hacen, es decir, proclamar lo evidente.
Para los que sigan sin ver lo evidente, sí, el Papa se mostró contrario a las legislaciones que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo. Es más, señaló de forma genérica a algunos países de Europa o Norteamérica y Sudamérica, entre los que, lamentablemente se encuentra España. La argumentación no puede ser más clara:

"La libertad no puede ser absoluta, puesto que el hombre no es Dios, sino la imagen de Dios, la creación de Dios. Para el hombre, el camino a seguir no puede ser determinado por el capricho o la obstinación, sino que debe corresponder a la estructura querida por el Creador"

Con estas palabras, Benedicto XVI dejó bien a las claras que no se puede ir contra la naturaleza, que la libertad del ser humano no puede ir contra los designios de Dios y su creación. Seguramente, los del puterío progre se rasgarán las vestiduras ante tales manifestaciones, acusando a la Iglesia de homófoba. Pero, volviendo al principio, quizá lo hagan porque no ven lo evidente. Además, la Iglesia nunca ha ido en contra del homosexual, sino en contra de una conducta y la apología de una conducta que el Catecismo de la Iglesia Católica califica como deprevada, siguiendo la Tradición y el Magisterio (2357). Es más, la Iglesia enseña que los homosexuales deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta (2358).

No es cuestión aquí de profundizar más en cómo la Iglesia tradicionalmente ha tratado el asunto de la sodomía. Pero sí que es necesario recalcar que no porque la opinión social nos lo haga ver así, eso sea lo evidente. Tenemos que ser más críticos y autónomos para darnos cuenta de que muchas cosas, por evidentes que parecen, a veces se pasan por alto. Y ya no digamos si tenemos que demostrar a alguien miope esa evidencia.

5 comentarios:

  1. En primer lugar, cuida como escribes, tienes bastantes faltas de ortografía, y segundo, tu hablas en contra del islam, sin embargo tu serías muy feliz viviendo en una teocracia como por ejemplo Irán, el papa no es naturalista para hablar de cosas que no le competen, su labor es moral no naturalista...

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  2. En primer lugar, pido disculpas por las faltas de ortografía. El no tener el suficiente tiempo disponible para revisar las entradas provoca eso.

    Claro que el Papa no es naturalista, es Teólogo. Pero no debemos olvidar que la naturaleza, como tal creación de Dios, debe ser analizada desde el punto de vista, también, de los teólogos. Y, las conductas que van contra la creación deben ser obviamente rechazadas.

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  3. ¿Cuales son las conductas que van en contra de la creación?

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  4. Vendetta,

    ¿No queda lo suficientemente claro en el post?

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  5. No, no queda claro, es que el artículo no es muy claro, parece que está a favor de la sodomía.
    A ti te parece mu escandaloso la sodomía, pero tambien te parece escandaloso el lesbianismo??
    En esto de las relaciones homosexuales, yo tan solo veo personas que se quieren, y que una genitalidad no les va a limitar ese amor, pero a tí parece que te molesta mas las penetraciones anales, ya que del lesbianismo no has dicho nada.
    El AMOR, no distingue entre sexos, ya lo dijo jesucristo, amaros los unos a los otros como os he amado.

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