lunes, 10 de agosto de 2009

El papel del Estado (III): la educación

A punto de comenzar un nuevo curso escolar, los padres se introducen en su particular "cuesta de agosto". La compra de uniformes, chándals, zapatillas, libros de texto, diccionarios, estuches, pinturas, lapiceros, etc. suponen un duro palo para la economía familiar, que llega maltrecha tras el periodo estival donde los excesos están a la orden del día. Pero quizá, la decisión más dificil que han de tomar estos aguerridos padres no es si la carpeta de la niña debe llevar la foto del cantante de moda, si no más bien a qué colegio llevar a los hijos.

Cuando un padre se enfrenta a la decisión de elegir un colegio para su hijo, se encuentra en el camino con diversas trabas que no permiten ejercer el derecho de libre elección. Los criterios de renta, de cercania del domicilio familiar, etc. no son sino criterios arbitrarios que limitan, por un lado, la libre competencia y por otro la libertad de elección. En este primer punto, la libertad de los padres se ve cohartada por al burocracia estatal.

El sistema educativo español es bastante particular. La mayoría de las instituciones docentes son colegios concertados, es decir, colegios dirigidos en su mayoría por órdenes religiosas o diréctamente por la Iglesia Católica- que reciben subvención, pero ... ¿a cambio de qué? La asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) ha revelado las intenciones "ideologeizantes" de los gobiernos. Se pretende, de esta forma, formar conciencias a través de la educación que, no nos engañemos, es pública en más del 90% de los casos porque la subvención a los colegios concertados es una forma de eliminar su libertad de cátedra en favor de los criterios del gobierno de turno.

En este punto vemos como esa presunta libertad desaparece. Los padres no pueden elegir el centro educativo y, aunque puedan hacerlo, sus hijos se verán manipulados ideológicamente. Volviendo a EpC, ¿qué derecho tiene el gobierno para manipular ideológicamente a los alumnos? Si unos padres deciden llevar a sus hijos a un colegio católico, lo eligen ellos. De otra forma lo hubieran llevado a un colegio público. Si unos padres deciden que su hijo curse la asignatura de religión Católica, lo eligen ellos. De otra forma lo hubieran matriculado en otras materias alternativas. Lo que quiero decir es que nadie entiende porque la moral y ética del gobierno debe ser obligatoria. Y, la verdad, a este debate poco o nada ayuda la forma en que la FERE (la Federación de Religiosos de la Enseñanza y que agrupa a la mayoría de colegios católicos) se ha plegado al discurso socialista. Será por aquello de no morder la mano que te da de comer ...

La solución a este intervencionismo educativo tan obvio pasa, por un lado, por introducir medidas como el cheque escolar, de manera que los padres puedan elegir libremente el centro educativo al que llevar a sus hijos, y, por otro, reconocer legalmente la figura del homeschooling. En este artículo, Pablo Molina nos hace una breve descripción de lo que es y lo que supone "el aprendizaje en casa".

Los datos del último Informe PISA (2008), no dejan mucho margen al optimismo. Muchos "expertos" ya han hablado de las causas, pero pocos de las soluciones. Quizá alguien debería decirles que sobra ideología y falta conocimiento.

2 comentarios:

  1. Suscribo al 100% el artículo. La EpC es una moral de Estado impuesta obligatoriamente. Y a ella han cedido tanto las Comunidades Autónomas como los centros concertados, temerosos de jugarse el concierto.
    Un Padre Objetor a EpC

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  2. padre-objetor,

    La EpC no es más que uno de los tantos mecanismos que los gobiernos utilizan para manipular las mentes de los alumnos. De forma velada, no hay más que leer, por ejemplo, los libros de Historia en los que esta se tergiversa en favor de una determinada opción política.

    Como padres, tienen ustedes el deber de defender la libertad de sus hijos. No cejen en su empeño.

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